domingo, 7 de febrero de 2016

POESÍA EN BARRICA



La tarde me ha traído a donde los relojes no importan,
hace poco que maté al día en compañía del tiempo,
ese sepulturero de la nada que te ayuda a enterrarlo todo,
atrás han quedado los demás,
salvo un gato y muchos silencios.
Desnudo frente al blanco entintado 
me reduzco a pensamientos-hormiga,
esos que unen mis constelaciones sin descanso,
las luces tenues nacieron ahogadas
en las oscuridades con gula,
el silencio ahora sabe a dire straits,
el gato es una mujer diminuta 
y el agua color ocre jamás llegó a ser agua.
Soledades de caballo,
hombres desbocados,
me oigo llamarme más fuerte 
en los recodos donde en compañía no existo,
los caminos hacia uno mismo 
son las uñas de un monstruo llamado 'me conozco'.
La noche me devuelve a donde el tiempo pasó,
hereje de rutinas soy hoy,
pirómano de guiones por sesiones,
retornado al ser de un mundado,
brindo por los yo que nunca se fueron,
añada del ochenta y uno,
poesía en barrica,
bodega de mi mundo.

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