Cremalleras arriba,
botones pasando por sus hermanadas ranuras,
sonámbula, felina, mujer, rostro, imagen,
El impacto contra el espejo antes marchar
es un ritual y una cura,
Cuando el quererse es armamento, la altivez es un germen,
los halagos hacia ti caen como casquillos de bala
contra un blindado, ilusos ellos , que locura...
Maldita la costumbre de vivir en los tejados,
de una vida donde los cariños eran lastres,
y la autosuficiencia una droga dura.
Pero llegaron los tiempos innombrables,
la profecía del solitario se ha cumplido,
que la edad trae inhumanos fríos
que solo la compañía aplaca,
la humildad es un antídoto
cuando la soledad solo te da matarratas.
Cremalleras abajo,
tacones saliendo de lacónicos pies afilados,
cada vez menos gata, al carajo !
cada vez más mujer, y placer al verte,
presente amarrado,
no lo sueltes.
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