Los besos del olvido se han repartido los nuevos rostros ,
de labios pintados y perfumes perpetuos,
sonrisas taquicárdicas con muecas exquisitas,
miradas que muestran pupilas folleto.
Quiero leerlas a todas …
no hay musas más solemnes
que las conocidas en el destierro.
Rotas las fúnebres mortajas ,
espolsándome pantalones y mangas,
sol de justicia, masticador de hiedras,
tos impronta de los que volvieron nacer,
de lo que retornaron a la puta carretera.
El caminar es lento pero firme,
coches altivos pasan como rayos
rozando mi silueta,
el que ayer quisieron muerto, hoy sí vive.