sábado, 20 de febrero de 2016

INFIERNO MANSO



Los agujeros inmundos de la conciencia 
pusieron paradas para recoger pensamientos libres,
tan vírgenes como incautos,
malicia en la paciencia,
aguardaron las caídas,
inocentes en sus pasados,
como verdugo espera quitar una vida.
Se adueñaron de las luces puras,
en un sometimiento que llamaron infierno manso,
exilio o destierro,
muertas las luciérnagas todo era oscuro.
Cuando nadie esperaba nada bueno,
violencia, descarrilamiento, insoluble,
ferocidad, injusticia, disparos, eneros.
Solo una madre creyó siempre…
del averno entornada quedó su puerta,
había entrado un niño de calle,
un adolescente de brújula rota.
Y se abrió del todo la puerta.Salió un poeta.


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