Y me arderán las certezas,
abrasadas por tus cielos azulísimos de espada,
y no podré esquivarlo,
romperás todas mis cuerdas
y no podré evitarlo,
me harás volar
mientras me caigo,
me partiré en mil pedazos
inconexos y entregados,
será un rayo feroz
y no podré apartarlo,
será un respirar taquicárdico,
y oiré el saxo
de lo extraordinario
que tendrá tu voz,
tus gestos y tus lunas invertidas,
y no podré evitar amarlo.
William Adon F.
No hay comentarios:
Publicar un comentario