sábado, 30 de julio de 2016

EL RELOJ (X)


La tarde ha comenzado a tejer misterio,
sol de plomo, eruptivo, perseguidor,
de todo aquello que rompa con una sombra,
estival, chicharra, suicidio.
El sonido de un corcho
descerebra una botella reserva
parida en Escocia,
y mudada a mi sobremesa
con tintes de exquisitez,
y un vaso de esos que susurran
palabras aterciopeladas con acento en la verdad,
me vienen horas que no importan
y momentos que son la vida,
odio a los relojes, siempre pasando el tiempo,
cuando no son más que taquígrafos de un asesino,
no hay suerte amante ni esquiva
que te salve de marcharte
o de suplicar al destino,
por eso me pongo a contar 
las fábulas, los acertijos que me quedan
y los sueños que todavia defienden mi dignidad.
Mientras amo, escupo al reloj,
él audita mi existencia sin regalarme nada ,
no hay ofertas en el lacayo de la parca,
el aburrimiento es solo una droga de diseño,
pobre de ti como creas que con ello no pasa el tiempo,
honestidad y felicidad,
lo segundo no lo serás siempre,
lo primero seguro que sí, si así lo sientes.
El reloj vomita con tus sonrisas,
que tu vida lo maltrate,
pues será que vives como quieres.




William Adon F. 
(Alicante, 30 de Julio 2016)




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